Este invierno de 2023, a nivel nacional, vivimos un desastre en materia de salud. Casos de muerte de bebés en espera de atención médica por problemas respiratorios ascienden a 3 y el reciente sábado el gobierno del lacayo de los gringos, Gabriel Boric, anunciaba por medio del jefe de epidemiología del Ministerio de Salud (Minsal), Christian García que hay un 93,3% de ocupación de camas pediátricas a nivel país.
Esta crisis no es ajena en nuestra provincia. El 07 de Junio medios de Talca anunciaban que la región del Maule tiene un nivel de ocupación del 99% de camas pediátricas.
La realidad de la capital provincial, Curicó, es alarmante. En el hospital San Juan de Curicó se vive un desastre que, además del colapso en la urgencia, tenemos los intentos desesperados por "reconvertir " camas, es decir, adaptar camas, camillas, sillas o mesas para nuevos pacientes. (Esto es en la práctica ya que no lo dicen de manera oficial, pero todo quién que se haya atendido en el sistema público sabrá que no es mentira)
En el Valle del Mataquito, los centros de salud como hospitales y postas también están colapsados, pero hace tiempo. Centros de salud de Sagrada Familia, Villa Prat, La Huerta, Huaquén, Hualañé, Licantén y la costa viven similares situaciones.
La mayoría de las postas que son financiadas y administradas por sus respectivas municipalidades hace meses que no logran atender las necesidades de salud de las masas: Falta de medicamentos, insuficientes atenciones diarias y en los sectores rurales más alejados de los centros urbanos la atención de 1 o 2 días a la semana por parte de médicos incremetan el malestar de la gente.
Por otra parte, el caso de los pequeños Hospitales no es mejor. Largas esperas tanto en las urgencias o para "sacar ficha" pasan a ser de muchas horas. Incluso, múltiples son los casos que los/as usuarios/as llegan muy temprano en la madrugada para sacar hora, pero la poca disponibilidad de médicos y problemas internos derivan en que no se alcance a tener atención médica y a veces por varias semanas.
Estos recintos hospitalarios, muchos dependientes del Servicio de Salud del Maule (SSM) colapsan por la alta demanda de pacientes y la fatiga por parte de médicos/as, enfermeros/as, TENS y auxiliares de servicio que, luego de terminada la pandemia de Covid-19 han visto incrementar a niveles importantes de demanda por salud por parte de las comunidades.
¿Por qué hemos de aguantar esta situación? ¡No hay justificación!
Las grandes sumas de dinero que amasan el gobierno regional y las municipalidades con todos los impuestos, permisos, patentes y, por supuesto, el robo, corrupción y desfalco por parte de las autoridades debería ser usado, y de forma urgente, para financiar las nececidades en materia de salud pública a favor de las personas.
Las crisis siempre las convierten en un problema social, pero las ganancias las restrigen a un bien privado. Eso ha de cambiar.
Luchemos por una salud digna, gratuita y de verdadero acceso para las masas, especialmente para quiénes vivien en las zonas rurales y campesinas.
¡SALUD DIGNA, GRATUITA Y DE BUEN ACCESO PARA EL PUEBLO!
¡ABAJO LOS PLANES DE HAMBRE Y MUERTE DE BORIC Y SUS CÓMPLICES DEL FALSO PARTIDO COMUNISTA Y DEMÁS OPORTUNISTAS!
¡VIVA LA LUCHA Y RESISTENCIA DEL PUEBLO!
POR UNA SALUD DIGNA Y GRATUITA: ¡LA REBELIÓN SE JUSTIFICA!
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