Re-publicamos artículo sobre situación internacional de 2014 del blogspot “Nuevo Perú”.
LA CRISIS DE UCRANIA
Ucrania perteneció al imperio zarista antes de la Revolución de Octubre de 1917, con el triunfo de la revolución proletaria en 1919 en Ucrania, ésta se incorporó a la Unión Soviética. Pasando a ser, como tal, un Estado de dictadura del proletariado y desarrollando la revolución socialista. Con el golpe contrarrevolucionario revisionista de Krushov en 1956, se restauró el capitalismo y la dictadura de la burguesía, con lo cual la ex Unión Soviética socialista devino nuevamente en una inmensa "cárcel de los pueblos" y el sentimiento de ser ciudadanos soviético fue sustituído por el sentimiento nacionalista antiproletario dominante de "gran ruso", impuesto por el revisionismo como parte de su ideología burguesa, desatando el odio nacional. Con lo cual los revisionistas soviéticos cavaron su propia tumba, siendo estos enfrentamientos al interior del Estado revisionista, una de las causas que aceleró su hundimiento definitivo y su desarticulación. La superpotencia social imperialista, la ex Unión sovietica revisionista, se redujo a la Rusia imperialista. Es decir, quedó convertida en el "perro flaco" y prosiguió como superpotencia imperialista atómica, con un peso económico como el de la potencia imperialista de Italia y basada sobre todo en la exportación de gas, petróleo y otras materias primas y armas.
Ucrania firmó en 1993 el tratado de la Comunidad de Estados Independiente, con lo cual reconocieron su condición de Estado perteneciente a la esféra de influencia de Rusia y su sujeción militar a la misma. Históricamente, el eje sobre el cual se estableció el viejo Estado zarista, del cual es continuación el Estado de la actual Rusia imperialista, es el que va de Kiev a Moscú y que luego se extendió a Petrogrado. Esto hace que el territorio de Ucrania, no sólo la peninsula de Crimea, sea considerada por el imperialismo ruso como su zona estratégica, como su propio territorio, sin cuyo control y dominio, la existencia del mismo Estado ruso como entidad independiente y sobre todo como superpotencia atómica es puesta definitivamente en cuestión.
Por lo anteriormente dicho, desde 1991 a la fecha, todo lo que hace la potencia Rusa respecto a Ucrania es para conservar este estatus y todo lo que hace la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui (Estados Unidos - EE.UU.), y las otras potencias imperialistas como Alemania, Francia, Inglaterra, etc. es para suvbertir ese orden acentado sobre bases tambaleantes. No ha terminado, como se palpa, el período de lucha contra las dos superpotencias. En este período está comprendido lo que se ha venido dando más acentuadamente desde los inicio de la década anterior y que han desenbocado en la actual situación que sacude a Ucrania, a Rusía y al mundo entero.
Entonces allí vemos la contienda de las dos superpotencias imperialistas, está ya no sólo se da por los países intermedios que los separan, sino que ha sido llevada al "propio territorio estratégico" de la superpotencia atómica rusa. Con lo cual, podemos establecer, que la anexión de Crimea (y luego Donetsk y Lugangsk) por parte de Rusia de Putin, es un zarpazo desesperado de los imperialistas rusos bajo su dirección, empuñando la vieja doctrina del "gran ruso" ( como el "pobrecito ruso"), para tratar de mantener el piso que se les derrumba bajo sus pies acelerado por la subversión que impulsan los otros inmperialistas, atizando el odio nacional contra la población rusa y armando las hordas fascistas, que son descendiente políticos de quienes sirvieron a la Alemnania hitleriana contra el país soviético en la II Guerra Mundial, en aplicación del plan de aplastarlos como superpotencia atómica. No es señal de fortaleza sino de debilidad. Pero además, ¿qué nos revelan todos estos acontencimientos de la lucha de clases en esa región?, nos revelan una verdad que se trata de ocultar tras ellos,que es la agudizaciópn de la lucha de clases del proletariado contra la burguesía en ese país, que se está expresando en todas estas décadas, ahora mucho más, como contradicción masas contra gobierno en un país que es arena de contienda entre las superpotencias y potencias imperialistas. Y como falta el Partido Comunista reconstituído, vemos que en este "río revuelto" se aprovechan las diferentes facciones burguesas y los imperialistas para desenrrumbar a las masas de su camino.
Por eso decimos, todos los males sin fin que padece el proletariado y el pueblo en ese país tienen un orígen, una causa, en la restauración capitalista. Por eso, en ese proceso histórico de restauración-contrarrestauración, que allí se está viviendo, lo que corresponde a los comunistas allí es reconstituir su partido, el PC como partido marxista-leninista-maoísta militarizado, que inicie la guerra popular para contrarrestaurar, es la revolución proletaria para restablecer la dictadura del proletariado y seguir desarrollando la revolución socialista. Esto se tiene que hacer en medio de la lucha contra la intervención extranjera, la división del país en esféras de influencia de las superpotencias y potencias imperialistas, contra el reparto del país y las anexiones.
Es necesario aplastar todas aquellas posiciones que tratan de negar la
existencia y agudización de las tres contradicciones fundamentales a
nivel internacional y, principalmente, la contradicción principal, es
decir, la existente entre los países imperialistas y los países
oprimidos como se expresa otra vez más en la actual guerra de agresión
contra Siria.
Lo que se pretende es negar la mayor maduración
de las condiciones objetivas en estos países; que son la base de la
revolución mundial y el botín del nuevo reparto en marcha, en medio de
la colusión y la pugna imperialista; y por lo tanto el carácter de
guerra imperialista de rapiña de todas las agresiones armadas contra los
países oprimidos, que lleva a cabo el imperialismo, principalmente el
yanqui, solo o en alianza con otros países imperialistas.
La
agresión imperialista, la guerra imperialista, el inmenso genocidio y
rapiña imperialista contra los pueblos de las naciones oprimidas, como
estamos viendo en Palestina, Irak, Afganistán, Mali, Siria, etc., desata
la ira de los pueblos que se levantan en poderosa lucha armada y causan
el fracaso y atolladero político, moral y por lo tanto militar de los
imperialistas. De esta manera, se va desarrollando la nueva gran ola de
la revolución mundial. Por eso decimos, la reacción acicatea la
revolución. Por tanto, el carácter de clase de guerras de liberación de
todas las luchas armadas de los pueblos, sea quien sea, las fuerza que
transitoriamente las encabecen.
Además, es necesario para cambiar el mundo, tener bien claro: que la
crisis mundial del imperialismo agrava la lucha entre ellos por los
países oprimidos y zonas de influencia; que, por consiguiente, los
planes que aplican a través de las clases dominantes ligadas a sus
intereses, lo que hace es agravar la crítica situación económica en
dichos países, en cuya raíz está, su condición de países semifeudales y
semicoloniales o coloniales, donde se desarrolla un capitalismo
burocrático, base que genera modalidades políticas e ideológicas
correspondientes. La crisis mundial seguirá descargándose sobre nuestras
sociedades mientras mantengan esa condición y seguiremos siendo el
botín de cada nuevo reparto.
El imperialismo no es uno solo,
como nos enseño Lenin: existen por un lado un puñado de países
imperialistas, ya sean estos superpotencias o potencias, en general,
países opresores; y, por el otro, los países oprimidos, que son países
coloniales o semicoloniales. Estos últimos sometidos económicamente al
imperialismo, pero que poseen una soberanía o independencia formal.
Contrariamente
a lo que digan los representantes del imperialismo y sus lacayos
revisionistas, como los de la Linea Oportunista de Derecha (LOD) revisionista y capitulacionista, en -la llamada “liberalización económica”, la “globalización”,
“la nueva división internacional del trabajo”, etc. -todo lo que los
imperialistas han impulsado junto con las clases dominantes de estos
países, más acentuadamente, en estás últimas décadas-, no ha cambiado
el carácter de los mismos sino más bien lo han preservado y evolucionado (...)
Además, en más de una
oportunidad, el Presidente Gonzalo, ha señalado que: Se oculta o encubre
el carácter semifeudal de nuestros países, la raíz del atraso sobre la
que actúa la explotación imperialista; que después van a disolverlo tras
el concepto de dependencia. Se niega la base semifeudal de las
sociedades en los países oprimidos y por lo tanto la necesidad de la
lucha campesina para barrerla; mientras, por otro lado, se intenta
esbozar un anti-imperialismo que, carente de su base natural, la
movilización antifeudal del campesinado, se disuelve en palabras y poses
demagógicas.
Esto se hace para negar la necesidad de la revolución
democrática en los países oprimidos, la necesidad de la guerra popular,
que en éstos es guerra agraria (que se desarrolla como guerra unitaria,
campo principal y ciudad complemento necesario), para acabar con las
tres montañas que las oprimen: el imperialismo, la semifeudalidad y el
capitalismo burocrático.
Tenemos que repetirlo, cuantas veces sea necesario: para el
marxismo-leninismo-maoísmo no hay un solo imperialismo sino diferentes
países imperialistas. Esto es, potencias y superpotencias imperialistas,
que se dividen el mundo según sus relaciones de fuerza, económica y por
lo tanto política y militar, relación de fuerza que está cambiando a
cada momento. Así, hoy hay una superpotencia hegemónica, que es USA; la
otra, la ex Unión Soviética social imperialista que quedó como “el perro
flaco”, reducida a lo que hoy es Rusia, con un peso económico apenas
como el del imperialismo italiano, pero sigue siendo una superpotencia
atómica.
Esto último, es un factor importante que ha de ser
tenido en cuenta para estudiar el desarrollo de la colusión y pugna
imperialista por nuevo reparto; aspecto clave para los imperialistas
yanquis para el mantenimiento de su hegemonía y por lo tanto para todos
los otros imperialistas. Porque, sí los Estados Unidos logran, aplicando
su plan estratégico para la contienda ínter imperialista con Rusia,
establecer su “paraguas nuclear”, y, con ello, consiguen neutralizar la
capacidad ofensiva de los cohetes de ojivas nucleares múltiples (junto
con la capacidad de guerra espacial) de los imperialistas rusos;
entonces, se habrá roto por el lado yanqui, el equilibrio militar (sobre
la base de similar poderío nuclear de ambas) que hay entre ellos y
Rusia; y los imperialistas yanquis tendrían la capacidad de atacar el
suelo ruso y todo lo demás.
Ese es el plan del imperialismo
yanqui, que viene desde la época de Carter y que, con Reagan, se conoció
como la “guerra de las estrellas”. Hoy, aparece como reducido al
“sistema de defensa anti-misiles europeo con radares de detección y
eliminación de misiles”, por ser establecido en “Polonia y la República
Checa para “proteger a Europa de un posible ataque de Irán o Corea del
Norte”, que está entrabado, porque hay oposición cerrada de Rusia.
Pero
no olvidar que, para tener una comprensión clara de la situación en su
conjunto y de las negociaciones y acuerdos diplomáticos, por otro lado,
ha sido ampliada la capacidad ofensiva conjunta atómica -yanqui y
francesa- ya que se ha ubicado con submarinos nucleares y otros aprestos
bélicos más en el Golfo Pérsico y zonas adyacentes del Mar
Mediterráneo; con lo cual, están haciendo un rodeo para superar los
países intermedios que los separan de Rusia. Por la cercanía alcanzada
con su desplazamiento se encuentra en posición cercana y directa para
amenazar el suelo ruso, su capacidad defensiva y ofensiva. Pero no es
suficientes, mientras por ese lado, sigan existiendo países que los
separan, que están en disputa, como Irán y Siria.
Entonces, lo
que ambas superpotencias buscan, en el momento, es ganar tiempo para
empujar más el desarrollo de las contradicciones en el campo contrario
como sucede en la actual “crisis en Ucrania”, en la zona estratégica de
influencia rusa, o en las fuerzas subversivas mercenarias de la OTAN en
Siria (fuerzas de “oposición”), que se complica, o países imperialistas
al interior de esta Alianza, en los propios Estados Unidos, y para
mejorar sus aprestos ofensivos o defensivos.
Sobre las alianzas o
alineamientos de los imperialista, tener siempre presente, que tales
“alianzas” son siempre circunstanciales y pasajeras, que no hay “bloques
imperialistas”, que la contradicción entre ellos es absoluta, los
imperialistas están enfrentados uno contra otros por sus intereses. Los
imperialistas yanquis no tienen amigos sólo tienen enemigos, como toda
potencia hegemónica en la historia; en esto ver también como se hunden
los grandes imperios.
Por ejemplo, en la guerra contra
Afganistán o la segunda de Irak (2003) , el imperialismo inglés actuó
como el más cercano aliado yanqui, esto no fue por que ambos tengan una
cultura anglo sajona. No, ese no fue el fundamento, sino como lo
confiesa el mismo Primer Ministro británico de ese momento, el genocida
Blair: conscientes dice de que no son más la otrora superpotencia, fue
para “asegurar a Gran Bretaña una fuerte posición (…) Esa cercanía nos
aseguró (…) una influencia significativa(…) fue correcto. Eso valió en
el Cercano Oriente. Y eso valió en mayor medida en China e India”.
Hoy (2014), es Francia con Holande, quien prosiguiendo los planes de Sarkosy
busca, a la sombra de la superpotencia hegemónica única, se le reconozca
su dominio del Mediterráneo, en el eje que va en línea recta desde el
Atlántico hasta el Golfo Pérsico, disque que para asegurar a Europa el
suministro de petróleo, ver el Libro Blanco de la Defensa de Francia
2009-2014.
Para ellos, no hay principios de la “verdadera
amistad”, por el contrario, como nos enseña el presidente Mao, la pugna,
la rebatiña imperialista por llevarse la mayor tajada de la torta es
absoluta y la colusión de unos con otros es relativa, lo que determina
el carácter circunstancial y pasajero de las alianzas imperialistas.
Como dijo Marx, ¡Hay del proletariado si la burguesía se pudiera unir!
Los imperialistas violan cuando quieren sus propios acuerdos, su propio
derecho internacional, el principio de no agresión. La ley es para que
la cumplan los otros, la potencia hegemónica única la usa. Lo que buscan
legitimar oponiendo un supuesto principio o doctrina del “derecho de
intervenir”, como lo emplearon en 1999 en su agresión contra Servia para
el cambio de régimen político en ese país y la secesión del Kosovo como
protectorado imperialista, con el estacionamiento de 50 mil soldados de
la OTAN y la limpieza étnica de servios y gitanos, y también lo
hicieron así en Sierra Leona.
Repetimos, por que es necesario
hacerlo, cuando los imperialistas, solos o coaligados van contra un país
oprimido, o contra varios de estos países del Tercer Mundo, en ese
momento no sólo se expresa la contradicción principal, sino también la
tercera contradicción, la contradicción ínter imperialista como nos
enseño el Presidente Mao en la “crisis del Canal de Suez” a mediados
de los años 50.
Por eso, no podemos permitir que nos echen tierra
a los ojos. La paz, la armonía, entre los imperialistas son viejas
teorías vueltas a contar, como la del superimperialismo, ultra
imperialismo, neo imperialismo-neocolonialismo, etc., que según las
caracterizó Lenin, son “un sin sentido teórico y un sofisma práctico,
que constituyen un método deshonroso, para defender el peor de los
oportunismos”. Viejas teorías que, hoy específicamente, apuntan
contra la revolución democrática, contra el movimiento de liberación
nacional.
Como acabamos de decir, para el
marxismo-leninismo-maoísmo no hay un solo imperialismo sino diferentes
países imperialistas, esto es, potencias y superpotencias imperialistas,
que se dividen el mundo según sus relaciones de fuerza, económica y por
lo tanto militar, relación de fuerza que está cambiando a cada momento.
Así, hoy hay una superpotencia hegemónica, que es EE.UU.; la otra, es “el
perro flaco”, Rusia, y potencias imperialistas como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, China, Holanda, Australia, Nueva Zelanda,
Canadá, Italia, España, etc., que en total son sólo un puñado de países
opresores.
Sobre esto, es ilustrativo a modo de ejemplo como un
representante del pensamiento del imperialismo alemán, como es el
profesor de “ciencias políticas”, Martin Wagner , saca las consecuencias
políticas y militares para Alemania de las actuales relaciones de
fuerzas entre los imperialistas; en relación al caso del “Affere-NSA”,
revelado por el ex-espía Snowden. Este profesor reaccionario
contradiciendo a un encallecido revisionista, concluye que pretender
“como lo había planteado el Líder de la futura oposición Gregor Gysi
(del Partido de la Izquierda)” de “que el gobierno federal trate con los
Estado Unidos “al mismo nivel” es vivir en un mundo de fantasía en
cuanto a la política de seguridad”, entre otros, porque:
“Desde el
hundimiento de la Unión Soviética en 1991 los Estados Unidos pertenecen
a una liga, en la cual no hay ningún potente contrincante ni en lo
económico ni tampoco en lo militar. Su parte en el producto bruto
interno mundial es del 22 por ciento y con ello todavía
significativamente antes de China, que con el 12 por ciento toma el
segundo lugar. Visto desde el punto de vista militar, el dominio es
todavía mayor: el 2012, el importe de los gastos militares americanos
fueron de 646 mil millones de dólar. Esto representa el 41 por ciento de
los gastos militares mundiales o el 78 por ciento de los que los
estados de Europa, Eurasia, del Cercano y Mediano Oriente, del Norte de
África como de Asia en conjunto disponen para la Defensa. Para comparar:
el presupuesto alemán para la Defensa fue en 2012 de 40 mil millones de
dólares.
La supremacía americana, que fue construida y ampliada desde
la Segunda Guerra Mundial, naturalmente que tiene consecuencias para la
política exterior y de seguridad (…) En todas las “Estrategias de
Seguridad Nacional” de los presidentes Bill Clinton, George W. Bush y
Barack Obama (hoy Joe Biden), dadas a conocer, se establece, que los Estados Unidos se
dan el derecho, de perseguir sus intereses vitales, en caso necesario,
en forma unilateral. En la última Estrategia de Seguridad Nacional, que
la Casa Blanca ha presentado en mayo de 2010, sobre ello, literalmente
dice: “Los Estados Unidos deben reservarse el derecho, de actuar
unilateralmente, si la defensa de nuestra nación y nuestros intereses lo
exigen”.
Es indudable que este profesor alemán levanta
tanto el “poderío” yanqui, porque es representante de la facción
imperialista alemana, que en la actual situación mundial prefiere
avanzar en alianza con los EE.UU., estos son los llamados
“atlantistas”. Parece ignorar el poderío atómico equiparable de Rusia y
que hay otras potencias que también tienen capacidad nuclear y balística
como Inglaterra, Francia (con submarinos atómicos con cohetes con
ojivas nucleares) y China. El revisionista Gysi, no “vive en una
fantasía” como plantea el profesor alemán “atlantista”; al menos, no es
tan fantasioso como los de la LOD revisionista y capitulacionista en el
Perú, que plantean que el imperialismo yanqui ha dejado de ser la
superpotencia hegemónica única. Lo que este revisionista sugiere al
menos, pero no lo dice, al gobierno de su Estado imperialista,
criticando a la ex canciller Merckel, es que al menos utilice la
contradicción de la superpotencia atómica rusa, “el perro flaco”, con la
superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui, para que pueda
plantar cara al gobierno yanqui en el asunto del espionaje masivo de la
NSA contra ellos. Así, en el debate parlamentario, este revisionista
del Partido de la Izquierda (ex-PDS, que fue el sucesor del SED
revisionista de la RDA), muestra que buscar representar a sus patrones
de la otra facción imperialista alemana, la que es partidaria de un
acercamiento o utilización de la contradicción entre el imperialismo
ruso y el imperialismo yanqui, para avanzar en la actual situación, en
los propósitos del imperialismo alemán de convertirse en el futuro en
una nueva superpotencia y pugnar por la hegemonía mundial, estos son
conocidos como los de la “Ostpolitik”, o sea de acercamiento o
tratativas con Rusia, antes fueron partidarios del acercamiento a la ex
Unión Soviética y sus representante más conocido fue Willi Brant
(ex-canciller y cabeza del SPD) y su asesor Bahr, otro que se alinea en
esta dirección es el ex canciller Schmidt, quien ha recordado hace un
par de años que en la época de Prusia, los alemanes fueron aliados de
Rusia. Sin olvidar que el también excanciller Schröder trabaja para el
monopolio ruso Gasprom.
EL IMPERIALISMO YANQUI ES UN GIGANTE CON PIES DE BARRO
Al
imperialismo yanqui, más que a los otros imperialistas, su propia
condición hegemónica lo hunde más. Por su propia naturaleza imperialista
y para mantener su hegemonía, lo específico en su caso, está obligado a
llevar varias guerras al mismo tiempo, además de estar presente
militarmente en todos los continentes del mundo.
Es un inmenso
costo, aunado al sostenimiento de su inmensa maquinaria militar y de
espionaje en estado de guerra; están los costos por los gastos ya hechos
en las guerras de agresión y los emergentes, por la “ayuda a los
veteranos” y los intereses de los créditos de guerra; sin contar el
costo social que le ocasionan en su propio suelo el desprecio a la vida y
la dignidad de las masas de poblaciones indefensas ante el genocidio
que, como parte del plan imperialista de sojuzgarlas, aplican contra
ellas en los países que sufren su agresión.
Como va a ser que no
tenga ninguna repercusión en la población de ese y los demás países
imperialistas, lo que ya es parte de la cultura dominante, de la moral
de los gobernantes, según la cual es justo que el presidente, en este
caso el genocida Obama, ordene pulsar un botón para que sus “droner”
disparen fuego y acero masivo contra “objetivos” en medio de lugares
densamente poblados; luego en los medios son ensalzados estos
genocidios, como “gran éxito en la lucha contra el terror”. Después, en
las imágenes que propalan aparece un escenario apocalíptico de
destrucción y cadáveres destrozados, que luego se sabe pertenecen a
niños, ancianos y población civil, como lo hacen a diario.
Esto
hacen no sólo en los países contra los cuales les han declarado la
guerra y a cuyas Fuerzas Armadas se les niega tal condición y el derecho
de guerra, sino que lo hacen también contra países en los cuales llevan
una guerra no declarada o secreta como en Yemen, Pakistán, etc. Y lo
hacen con plena impunidad, contra ellos no hay ni leyes, ni jueces, ni
tribunales nacionales o internacionales que valgan. Por eso nos
reafirmamos en que: ¡sólo el pueblo con guerra popular hace justicia!
Y,
esta guerra imperialista, necesariamente tiene que regresar a casa,
siguiendo el ejemplo del imperialismo genocida, con esa misma lógica,
se producen en casa los asesinatos en masa contra escolares y otros
indefensos cometidos por individuos para dar rienda suelta a su
frustración.
Pero, lo que es principal, el movimiento contra la
guerra imperialista irá en aumento y sumado a la mayor explotación de la
clase y a la miseria creciente de las masas en el propio país, todo
esto, acicateará de todas manera la agudización de la lucha de clases en
los Estados Unidos, como también está sucediendo en todos los países
imperialistas, es decir, causando una mayor agudización de la segunda
contradicción, la contradicción burguesía proletariado.
En un largo
artículo de un diario ligado al capital financiero alemán leemos: “El
impulso keynesiano dado por las guerras a su economía, sobre todo a los
grandes monopolios del armamento, de las compañías de seguridad, de la
logística de sus tropas y del petróleo, por otro lado, aumentan su
endeudamiento interno y externo”.
Los costos para el imperialismo
yanqui, según esta fuente, “por la guerra de Afganistán serían U.S.$
3.103 billones hasta ahora y en el futuro habrá que sumar U.S.$ 3.987
billones; por la segunda guerra de Irak son U.S.$ 3 billones hasta ahora
a lo que hay que sumar por intereses acumulados de los créditos de
guerra U.S.$ 7 billones hasta el 2053. Son cifras casi impensables que
pesan sobre las finanzas públicas y toda la economía nacional de USA ”.
Allí mismo se lee:
“Finalmente Washington ha tenido un fracaso
moral, de haber llevado a cabo una guerra sin ningún fundamento y con
sus falsas promesas de libertad ha causado males incalculables, más
pesados que los costos (económicos), que también son mucho más altos que
lo calculables. El prestigio de América (USA) está malogrado. De ahí
que se le haga tan difícil a Obama, obtener respaldo para un ataque
militar contra Siria, el cual debería castigar el ataque con gases
venenosos de Damasco: Obama está bajo la larga y oscura sombra de su
antecesor”.
Más aún, en este diario escriben respecto a la guerra contra Siria:
“La retenida ofensiva de Obama contra el dictador de Damasco tiene
muchos fundamentos (…) Sobre uno de los más importantes casi no se
habla: el dinero –o mejor el dinero escaso. América (USA) está altamente
endeudada. El limite legal de endeudamiento de 16,7 billones de dólar
será alcanzado a mediados de octubre. El país se está recuperando
lentamente de una recesión…”
El imperialismo yanqui es el
mayor exportador de capitales a nivel mundial, lo que se expresa en
desbalances en su economía. El imperialismo yanqui, es un gigante con
pies de barro, con una inmensa deuda externa, de los hogares y empresas y
gran déficit comercial. Es pues, el más monopolista, el más parasitario
y el que atraviesa por una mayor descomposición que los demás países
imperialistas, que también están comprendidos en el mismo proceso de
hundimiento-barrimiento.
Tanto en los países imperialistas como en
los países oprimidos se fomenta el rentísmo, una forma muy difundida es
la inversión en bonos de la deuda que emiten los estados y es el gran
negocio de los bancos, de la gran burguesía financiera, de esta manera
se promueve la inversión del ahorro privado en la especulación
financiera antes que en la producción. Así, los propios estados, las
empresas y los particulares compiten por la compra de deuda estatal. La
especulación con los bonos de la deuda, es más patético en el caso
yanqui; porque con ellos financia sus guerras de agresión, el gasto
militar, inyectando esos capitales en desarrollar más su industria
bélica, para trata de impulsar su economía; otra señal de su hundimiento
es: que libra sus guerras de agresión, cada vez más, con soldados
inmigrantes de los países oprimidos y señores de la guerra de los países
ocupados (son dos signos que la historia ha visto en el hundimiento de
los imperios, como el romano y el español).
¿CÓMO SE EXPRESA HOY LA DISPUTA IMPERIALISTA POR EL TERRITORIO ECONÓMICO EN EL PLANO POLÍTICO Y MILITAR?
- EL PLAN DEL IMPERIALISMO BUSCA LEGITIMAR SU AGRESIÓN TRAS SU “OBLIGACIÓN DE PROTEGER”
Entonces,
¿qué se ve? Una superpotencia hegemónica única, los Estados Unidos, que
como tal dirige, en colusión y pugna, el nuevo reparto de los países
oprimidos, tratando de legitimar su agresión contra estos países,
primero, con su “guerra contra el terrorismo” y/o con la “obligación de
proteger”, es decir antes como ahora con la defensa de sus “derechos
humanos”. Para crear opinión pública nacional e internacional a favor de
su guerra imperialista de agresión y en contra de la guerra de
resistencia de los países que padecen su agresión y ocupación militar y
aislar a las luchas armadas de liberación nacional como “terrorismo
fundamentalista”. Es decir para dividir el movimiento anti-guerra
imperialista en su propio país y para aplastar sin reconocer la
condición de fuerza beligerante a los revolucionarios.
¿Qué más se
ve? Un puñado de potencias imperialistas que se coluden en esta guerra
de rapiña y que pugnan con la superpotencia yanqui y entre sí por
arrancharse la parte mayor en este nuevo reparto, esto se expresa en los
acuerdo y desacuerdos que expresan los gobiernos y parlamentos de estas
potencias, con inclusos diversas formas de oposición, etc.
Entonces,
¿en qué esta el imperialismo yanqui? Está por desarrollar a sangre y
fuego su guerra de agresión con un objetivo inmediato (Siria), otro a
mediano plazo (Irán) y un objetivo estratégico (Rusia). Ese es el plan
del imperialismo, lo cual trata de legitimar, de encubrir o emboscarlo
para asegurar su cumplimiento.
El control sobre Siria e Irán tienen
gran importancia estratégica para el imperialismo yanqui, no sólo por su
situación estratégica con respecto a su objetivo estratégico principal (
Rusia); sino también en la contienda ínter imperialista, para asegurar
“por siempre jamás” su condición de superpotencia hegemónica única; al
acceder al control estratégico de una de las regiones claves del mundo
para la obtención de petróleo para casi todos los demás países
imperialistas. Así, tendrían en sus manos el control a voluntad de la
llave de la provisión de petróleo a los demás. Y, este segundo aspecto,
es por eso el que se presenta como el más problemático para que los
yanquis puedan alinear a los demás en su plan contra Rusia. El acuerdo
transitorio firmado en los últimos días en Ginebra entre “los cinco más
uno e Irán”, no alejan a los imperialistas de sus metas, más bien les
ponen plazo para que Irán se someta a sus exigencias. Son los acuerdos
en el camino de someterse a la subyugación nacional o la guerra.
El
plan del imperialismo no es la búsqueda de acuerdos o consensos, muy por
el contrario (basado en su fuerza militar y el despliegue de estas en
posición de combate), antes del golpe bélico buscan aislar nacional e
internacionalmente al agredido, paralizar por medio de su propaganda y
acción diplomática la defensa del agredido, lo acusa de todo para
desprestigiarlo, para pintarlo como bandido y después tratarlo como
tal; para paralizar su capacidad material (desarme), dividir sus
fuerzas (el frente nacional) y desmoralizarlo. Para impulsar las fuerzas
partidarias de la subyugación nacional y la capitulación ante el
imperialismo. Entonces el plan del imperialismo no son “los acuerdos de
paz”; eso, no sólo es una estupidez, sino la repetición de lo que dijo
la LOD en el Perú, que la “paz era una necesidad del imperialismo” (ver
las “cartas…” de la patraña). Por eso, lo que hace el agente de la
reacción que ha usurpado la web “SR”, es sembrar confusión, servir a la
guerra imperialista y tratar de desviar a los comunistas en el
cumplimiento de la tarea de la reorganización general del Partido.
Eso
es lo que estamos viendo en la actual intervención imperialista contra
Siria y en la preparación del mayor genocidio con ataque militar directo
en marcha contra este país. Los imperialistas tratan por todos los
medios, incluidos los diplomáticos, de cambiar la correlación de fuerzas
militar sobre el terreno a favor de las fuerzas de la agresión militar
que dirigen con oficiales propios, comandos, asesores, armamento, paga
de las fuerzas armadas “opositoras” que han levantado, para negociar en
base a lo ganado en el campo de batalla el nuevo estatuto de ese país y
el “gobierno de transición” a su servicio, como lo devela la propia
intervención del ministro de Exteriores Kerry en el senado yanqui.
Kerry
dijo, que si ellos no atacan entonces se beneficiaran las fuerzas
islamistas que forman parte de estas “fuerzas armadas opositoras” y
dirigidas por ellos. Parece sin sentido ¿no? Pero tiene sentido, si se
ve que con la actual conformación de fuerzas armadas “opositoras” no van
a poder ganar y menos mantenerlas muy disciplinadas para sus planes de
una “nueva Serbia” en Siria. Tratan de sacar lección de lo que sucede
en Libia.
Pero el imperialismo yanqui no atacó y se beneficiaron con
el acuerdo, pues con la amenaza del ataque inminente, creíble, lograron
el acuerdo de desarme parcial del gobierno sirio de Asad, al que fue
llevado por su valedor (Rusia). Con el acuerdo, los imperialistas
yanquis, ganaron en “legitimidad” y el tiempo necesario para recomponer
su frente interno y externo (ambos en problemas como hemos visto en las
fuentes periodísticas citadas anteriormente en la parte 3.). Y, lo más
importante, de acuerdo al propio Kerry, tiempo necesario para abordar el
asunto de sus “fuerzas opositoras”. El tiempo que necesitan para
reorganizar esas fuerzas mercenarias lacayas (“opositora”),
centralizando el mando político y militar de las mismas bajo su férreo
comando para luego golpear .
Golpear de tal forma, que permita a
estas “fuerzas opositoras” tomar la iniciativa e imponer su salida
“negociada” para dividir el país en zonas de influencia (siguiendo su
“modelo yugoslavo”). Para, en el paso siguiente, engullirse a Irán. Eso
es lo que está tras el “acuerdo de destrucción de armas químicas” de
Siria. Entonces el papel de Rusia es haber empujado más al gobierno de
Asad a la capitulación y con ello legitimar la agresión, reconociendo
que el monopolio de la posesión y uso de las armas de destrucción
masiva” (ABC Armas) les corresponde a los imperialistas. Tal como en el
caso de Irán. Los imperialistas rusos a cambio quieren seguridades para
ellos, dicen si ya no hay peligro en Siria y en Irán, entonces ya no es
necesario el “paraguas nuclear europeo”, los yanquis dicen: ¡No! Ya no
tendrían la capacidad de fabricar armas atómicas, pero todavía están en
posesión de cohetes balísticos de largo alcance. Todo esto revela lo que
está detrás. Pese a las componendas la cosa sigue.
Los
imperialistas no quieren una Siria unida en esa zona estratégica y en
las fronteras de su protectorado, el Estado sionista de Israel. Pese a
todo el imperialismo yanqui y sus aliados están perdiendo en Siria esta
“guerra civil”. Lo develó la propia resolución del senado norteamericano
que autorizó, antes del acuerdo de desarme parcial, cuando acuerda dar
un plazo de 60 días a Obama para la “acción militar contra Siria” y
fija el objetivo político de la mayor agresión y genocidio: “cambiar
las relaciones de fuerza en beneficio de la oposición” (según informaron
los diferentes medios en el mundo el día 6 de setiembre ). No es pues
por el uso del “gas sarín” u otro por parte del régimen contra la
población civil, eso no les importa para nada.
El nuevo reparto se hace de acuerdo a la relación de fuerzas entre los imperialistas
Pero
el nuevo reparto se hace de acuerdo a la relación de fuerzas económica,
política y militar entre los imperialistas, es decir de acuerdo a la
correlación de fuerzas entre ellos. Por eso, antes y después, la
situación será de tensión entre ellos, “el Primer Mundo está en
redefinición” (P. Gonzalo en el Tercer Pleno). Las potencias
imperialistas bregan por convertirse en nuevas superpotencias y así
poder pugnar por la hegemonía mundial para poder ocupar el lugar que hoy
ostenta el imperialismo yanqui e imponer a través de una nueva guerra
mundial (que sería la tercera) un nuevo orden mundial y un nuevo
reparto.
Pero, lo que se desarrolla ahora, viene desde comienzos de
los años 90. Están en nuevo reparto de los países oprimidos, que
estuvieron sometidos a la ex Unión Soviética social imperialista, que se
hundió sin que haya sido derrotada en una tercera guerra mundial. Todos
los acontecimientos de alguna importancia, desde comienzos de los 90,
hasta el que está en marcha en Siria, bélicos y no bélicos, acaecidos
en el Este de Europa hasta las ex repúblicas soviéticas de Asia y en el
Medio Oriente, Golfo Pérsico y Afganistán, lo demuestran hasta la
saciedad.
¿Quién dirige éste nuevo reparto? El imperialismo yanqui, en su condición de superpotencia hegemónica única
Hoy
es Siria donde todavía, la superpotencia atómica Rusia, mantiene su
influencia, luego seguirá Irán, que es cuestión clave en todo esto, pues
el imperialismo yanqui quiere recuperar lo que perdió en 1979. Sin
perder de vista que el objetivo estratégico del imperialismo yanqui en
esta colusión y pugna imperialista es neutralizar y luego aplastar esa
condición de superpotencia atómica que todavía ostenta el imperialismo
ruso.
¡No! Todavía no es la China social imperialista por su todavía
baja capacidad ofensiva en relación a las demás potencias
imperialistas. Que en los últimos años, fuera de sus anillos de defensa
territorial sólo ha sido capaz de desplegar fuerzas militares para
llevar a cabo una “acción policial anti-piratería” en Somalia. Con
China todavía aplican la contención y prima la colusión, pero la pugna
es absoluta, como entre los demás imperialistas. En la región del Golfo,
China no tienen desplegada ninguna fuerza militar y sus empresas en
Irak, por ejemplo, están bajo la protección militar del imperialismo
yanqui, así como su aseguramiento del suministro energético de esta
región.
Lo último, los revisionistas chinos actuando, como Krushov
en la crisis de los misiles en Cuba (1961), aventurera y
capituladoramente, establecieron una nueva zona de seguridad aérea que
se sobreponía con las de Japón, Taiwán y Corea, luego los imperialistas
yanquis enviaros dos aviones de combate que se pasearon en la zona
establecida por China, lo mismo hicieron los imperialistas japoneses sin
pedirles ningún permiso. Cuando los del Ministerio de Defensa de China,
para salvar la cara, dijeron que ellos habían acompañado a dichos
aviones de combate, los imperialistas japoneses dijeron que China no
tiene aviones de combate capaz de acercarse a los suyos. Ver que en el
Sudeste de Asia la India es usada para contener la penetración china en
Nepal y los demás países limítrofes por ese lado.
En lo económico
Rusia todavía no se ha recuperado, como afirman algunos, ahora en 2013,
en plena recesión mundial afrontan agudos problemas que se reflejan en
devaluación del rublo en comparación con el Dólar, el Euro y el Yen
japonés y un aumento de la inflación y la baja de los precios de las
materias primas en el mercado mundial. No se recupera desde que a
comienzos de los años 70 se profundizó la crisis económica de la ex
Unión Soviética, en que su economía cayó más abajo que la del
imperialismo italiano, la cuarta economía de Europa occidental. Hoy
ocupa el 11vo lugar a nivel mundial y su PBI supera apenas el de Italia.
Rusia además de ser el segundo país exportador de armas, después de los
Estados Unidos, exporta ante todo gas, petróleo y metales y es
importador de maquinarias, transporte pesado, productos químicos y
electrónicos y productos electro-técnicos. Es exportador de capital.
Además es necesario sopesar los siguientes hechos:
“Tiene una
reserva de 500 mil millones de dólares y una necesidad de recuperación
en todos los terrenos de las inversiones cercana a esa suma, lo que lo
conduce a una extrema necesidad de capitales y a un fuerte desarrollo
inflacionario. Naturalmente, Rusia se esfuerza después de la caída de
los precios de petróleo y gas, en obtener un mejor margen en ese sector,
para así poder comprar la tecnología y mercadotecnia occidental. Por
eso, es bastante dependiente del desarrollo de sus propia base de
materia prima (…) La difícil situación financiera de Rusia es
especialmente clara en el sector Defensa, si bien todos los otros
sectores se encuentras en similar situación (en 2009, nota nuestra) (…)
La situación objetiva en el sector militar de la Federación no dan base
para demostración de Poder mundial y señales amenazantes. El presupuesto
militar fue en 2007 de 35 mil millones de USA-Dólar, el presupuesto
militar de los EE.UU. es de alrededor de 547 mil millones de USA-Dólar y
de Alemania de alrededor 37 mil millones de USA-Dólar (…) La necesidad
de armas de las Fuerzas Armadas rusas es extremamente alta, después de
largos años de baja financiación. De las consecuencias de la actual
crisis económica ha sido golpeada, sobre todo, la Fuerza Aérea. El
inventario de aviones entre 2002 y 2010 va a bajar de 5100 a 2000. Todos
los MiG 29 deben ser sacados del tráfico. 70% de todos los campos de
aterrizaje necesitan de una urgente reparación general. Un comandante de
regimiento gana menos de 600 Euros (mucho menos de lo que gana en Perú
un general con ese mando de tropa, nota nuestra). El más grande problema
para la mantención de la oficialidad es el problema de la vivienda.
Para 122,000 oficiales les falta todavía la vivienda, pese a que el
gobierno federal alemán para el retiro del Ejército Soviético de la ex
RDA les facilitó un programa de ayuda de mil millones de Euros. La
corrupción –un problema general del país- es también un mal del
ejército. En 2008 quedaron consentidas para cumplirse sentencias penales
contra 290 oficiales y ocho generales. No hay dinero para equipamiento
con uniformes simples, y el 40% de los edificios de las Fuerzas Armadas
necesitan renovación urgente. Viendo los problemas financieros, no es
posible pensar en una completa reforma militar que es de urgente
necesidad. Los anuncios del aumento de fuerza bélica que de tiempo en
tiempo provienen de Moscú no se pueden tomar literalmente(…) El número
de reclutas disponible no es suficiente para cubrir las plazas de
soldados vacantes (…) La federación Rusa es junto con los EE.UU. la
mayor potencia nuclear del mundo. Esa posición no cambia tampoco, pese a
que su potencia económica es como Alemania, Francia o Inglaterra” (6).
La cita es un poco larga, pero en muchos casos preferimos hacerlo con
sacrificio de la agilidad de exposición, pues es uno de los propósitos
del presente trabajo el combatir la desinformación y falseamiento de los
hechos que presentan los imperialistas, reaccionarios y revisionistas,
de los que se sirve el derechismo para tratar de desenrumbarnos.
El imperialismo yanqui superpotencia hegemónica única y enemigo principal de los pueblo del mundo
LA BASE ECONÓMICA DE LA CONTIENDA IMPERIALISTA
Hay
que ver cómo va esta contienda, partiendo de la base económica, como lo
haremos en las páginas siguientes. Sin perder de vista que el primer
mundo está en redefinición; que se expresa en como se va produciendo el
hundimiento de la superpotencia hegemónica única, imperialismo yanqui,
en un largo proceso con florescencias pasajeras y recaídas pero seguro;
como la superpotencia atómica rusa busca recuperarse a largo plazo; como
otras potencias imperialistas del segundo mundo le pisan talones,
dentro del proceso de hundimiento-barrimiento en que se encuentra el
imperialismo por la revolución mundial cuya base son los países del
Tercer Mundo.
Nosotros, tal como nos enseña el Presidente Gonzalo,
somos partidarios de la teoría del Presidente Mao de “tres mudos se
delinean” para establecer la estrategia y la táctica de la revolución
mundial y, por tanto, somos contrarios a la teoría revisionista de Teng
de los “Tres Mundos”, que no es otra cosa que ponerse a la cola de una
de las dos superpotencias.
Hay que ver, qué consecuencias ha tenido
la crisis mundial de 2008, y la actual recaída, para la hegemonía del
imperialismo yanqui y las pretensiones de sus rivales; como hay que
tener en cuenta, lo ya tratado, sobre como se desenvuelve el capitalismo
burocrático que impulsa el imperialismo en los países oprimidos
coloniales y semicoloniales, de acuerdo a las condiciones
económico-sociales allí reinantes. Todo dentro del actual proceso de
mayor maduración de las condiciones objetivas para la revolución
mundial.
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