jueves, 24 de febrero de 2022

Guerra en Ucrania: El rol de Estados Unidos, la OTAN y Rusia en el conflicto.

Re-publicamos artículo sobre situación internacional de 2014 del blogspot “Nuevo Perú”.

LA CRISIS DE UCRANIA

Ucrania perteneció al imperio zarista antes de la Revolución de Octubre de 1917, con el triunfo de la revolución proletaria en 1919 en Ucrania, ésta se incorporó a la Unión Soviética. Pasando a ser, como tal, un Estado de dictadura del proletariado y desarrollando la revolución socialista. Con el golpe contrarrevolucionario revisionista de Krushov en 1956, se restauró el capitalismo y la dictadura de la burguesía, con lo cual la ex Unión Soviética socialista devino nuevamente en  una inmensa "cárcel de los pueblos" y el sentimiento de ser ciudadanos soviético fue sustituído por el sentimiento nacionalista antiproletario dominante de "gran ruso", impuesto por el revisionismo como parte de su ideología burguesa, desatando el odio nacional. Con lo cual los revisionistas soviéticos cavaron su propia tumba, siendo estos enfrentamientos al interior del Estado revisionista, una de las causas que aceleró su hundimiento definitivo y su desarticulación. La superpotencia social imperialista, la ex Unión sovietica revisionista, se redujo a la Rusia imperialista. Es decir, quedó convertida en el "perro flaco" y prosiguió como superpotencia imperialista atómica, con un peso económico como el de la potencia imperialista de Italia y basada sobre todo en la exportación de gas, petróleo y otras materias primas y armas.

Ucrania firmó en 1993 el tratado de la Comunidad de Estados Independiente, con lo cual reconocieron su condición de Estado perteneciente a la esféra de influencia de Rusia y su sujeción militar a la misma. Históricamente, el eje sobre el cual se estableció el viejo Estado zarista, del cual es continuación el Estado de la actual Rusia imperialista, es el que va de Kiev a Moscú y que luego se extendió a Petrogrado. Esto hace que el territorio de Ucrania, no sólo la peninsula de Crimea, sea considerada por el imperialismo ruso como su zona estratégica, como su propio territorio, sin cuyo control y dominio, la existencia del mismo Estado ruso como entidad independiente y sobre todo como superpotencia atómica es puesta definitivamente en cuestión.

Por lo anteriormente dicho, desde 1991 a la fecha, todo lo que hace la potencia Rusa respecto a Ucrania es para conservar este estatus y todo lo que hace la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui (Estados Unidos - EE.UU.), y las otras potencias imperialistas como Alemania, Francia, Inglaterra, etc. es para suvbertir ese orden acentado sobre bases tambaleantes. No  ha terminado, como se palpa, el período de lucha contra las dos superpotencias. En este período está comprendido lo que se ha venido dando más acentuadamente desde los inicio de la década anterior y que han desenbocado en la actual situación que sacude a Ucrania, a Rusía y al mundo entero.

Entonces allí vemos la contienda de las dos superpotencias imperialistas, está ya no sólo se da por los países intermedios que los separan, sino que ha sido llevada al "propio territorio estratégico" de la superpotencia atómica rusa. Con lo cual, podemos establecer, que la anexión de Crimea (y luego Donetsk y Lugangsk) por parte de Rusia de Putin, es un zarpazo desesperado de los imperialistas rusos bajo su dirección, empuñando la vieja doctrina del "gran ruso" ( como el "pobrecito ruso"), para tratar de mantener el piso que se les derrumba bajo sus pies acelerado por la subversión que impulsan los otros inmperialistas, atizando el odio nacional contra la población rusa y armando las hordas fascistas, que son descendiente políticos de quienes sirvieron a la Alemnania hitleriana contra el país soviético en la II Guerra Mundial, en aplicación del plan de aplastarlos como superpotencia atómica. No es señal de fortaleza sino de debilidad. Pero además, ¿qué nos revelan todos estos acontencimientos de la lucha de clases en esa región?, nos revelan una verdad que se trata de ocultar tras ellos,que es la agudizaciópn de la lucha de clases del proletariado contra la burguesía en ese país, que se está expresando en todas estas décadas, ahora mucho más, como contradicción masas contra gobierno en un país que es arena de contienda entre las superpotencias y potencias imperialistas. Y como falta el Partido Comunista reconstituído, vemos que en este "río revuelto" se aprovechan las diferentes facciones burguesas y los imperialistas para desenrrumbar a las masas de su camino.

Por eso decimos, todos los males sin fin que padece el proletariado y el pueblo en ese país tienen un orígen, una causa, en la restauración capitalista. Por eso, en ese proceso histórico de restauración-contrarrestauración, que allí se está viviendo, lo que corresponde a los comunistas allí es reconstituir su partido, el PC como partido marxista-leninista-maoísta militarizado, que inicie la guerra popular para contrarrestaurar, es la revolución proletaria para restablecer la dictadura del proletariado y seguir desarrollando la revolución socialista. Esto se tiene que hacer en medio de la lucha contra la intervención extranjera, la división del país en esféras de influencia de las superpotencias y potencias imperialistas, contra el reparto del país y las anexiones.

Es necesario aplastar  todas aquellas posiciones que tratan de negar la existencia  y agudización de las tres contradicciones fundamentales a nivel internacional y, principalmente, la contradicción principal, es decir, la existente entre los países imperialistas y los países oprimidos como se expresa otra vez más en la actual guerra de agresión contra Siria.

Lo que se pretende es negar  la mayor maduración de las condiciones objetivas en estos países; que son la base de la revolución mundial y el botín del nuevo reparto en marcha, en medio de la colusión y la pugna imperialista; y por lo tanto el carácter de guerra imperialista de rapiña de todas las agresiones armadas contra los países oprimidos, que lleva a cabo el imperialismo, principalmente el yanqui, solo o en alianza con otros países imperialistas.

La agresión imperialista, la guerra imperialista, el inmenso genocidio y rapiña imperialista contra los pueblos de las naciones oprimidas, como estamos viendo en Palestina, Irak, Afganistán, Mali, Siria, etc., desata la ira de los pueblos que se levantan en poderosa lucha armada y causan el fracaso y atolladero político, moral y por lo tanto militar de los imperialistas. De esta manera, se va desarrollando la nueva gran ola de la revolución mundial. Por eso decimos, la reacción acicatea la revolución. Por tanto, el carácter de clase de guerras de liberación de todas las luchas armadas de los pueblos, sea quien sea, las fuerza que transitoriamente las encabecen.

Además, es necesario para cambiar el mundo, tener bien claro: que la crisis mundial del imperialismo agrava la lucha entre ellos por los países oprimidos y zonas de influencia; que, por consiguiente, los planes que aplican a través de las clases dominantes ligadas a sus intereses, lo que hace es agravar la crítica situación económica en dichos países, en cuya raíz está, su condición de países semifeudales y semicoloniales o coloniales, donde se desarrolla un capitalismo burocrático, base que genera modalidades políticas e ideológicas correspondientes. La crisis mundial seguirá descargándose sobre nuestras sociedades mientras mantengan esa condición y seguiremos siendo el botín de cada nuevo reparto.

El imperialismo no es uno solo, como nos enseño Lenin: existen por un lado un puñado de países imperialistas, ya sean estos superpotencias o potencias, en general, países opresores; y, por el otro, los países oprimidos, que son países coloniales o semicoloniales. Estos últimos sometidos económicamente al imperialismo, pero que poseen una soberanía o independencia formal.

Contrariamente a lo que digan los representantes del imperialismo y sus lacayos revisionistas, como los de la Linea Oportunista de Derecha (LOD) revisionista y capitulacionista, en  -la llamada “liberalización económica”, la “globalización”, “la nueva división internacional del trabajo”, etc. -todo lo que los imperialistas han impulsado junto con las clases dominantes de estos  países, más acentuadamente, en estás últimas décadas-,  no ha cambiado el carácter de los mismos sino más bien lo han preservado y evolucionado (...)

Además, en más de una oportunidad, el Presidente Gonzalo, ha señalado que: Se oculta o encubre el carácter semifeudal de nuestros países, la raíz del atraso sobre la que actúa la explotación imperialista; que después van a disolverlo tras el concepto de dependencia. Se niega la base semifeudal de las sociedades en los países oprimidos y por lo tanto la necesidad de la lucha campesina para barrerla; mientras, por otro lado, se intenta esbozar un anti-imperialismo que, carente de su base natural, la movilización antifeudal del campesinado, se disuelve en palabras y poses demagógicas.
Esto se hace para negar la necesidad de la revolución democrática en los países oprimidos, la necesidad de la guerra popular, que en éstos es guerra agraria (que se desarrolla como guerra unitaria, campo principal y ciudad complemento necesario), para acabar con las tres montañas que las oprimen: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático.

Tenemos que repetirlo, cuantas veces sea necesario: para el marxismo-leninismo-maoísmo no hay un solo imperialismo sino diferentes países imperialistas. Esto es, potencias y superpotencias imperialistas, que se dividen el mundo según sus relaciones de fuerza, económica y por lo tanto política y militar, relación de fuerza que está cambiando a cada momento. Así, hoy hay una superpotencia hegemónica, que es USA; la otra, la ex Unión Soviética social imperialista que quedó como “el perro flaco”, reducida a lo que hoy es Rusia, con un peso económico apenas como el  del imperialismo italiano, pero sigue siendo una superpotencia atómica.

Esto último, es un factor importante que ha de ser tenido en cuenta para estudiar el desarrollo de la colusión y pugna imperialista por nuevo reparto; aspecto clave para los imperialistas yanquis para el mantenimiento de su hegemonía y por lo tanto para todos los otros imperialistas. Porque, sí los Estados Unidos logran, aplicando su plan estratégico para la contienda ínter imperialista con Rusia, establecer su “paraguas nuclear”, y, con ello, consiguen neutralizar la capacidad ofensiva de los cohetes de ojivas nucleares múltiples (junto con la capacidad de guerra espacial) de los imperialistas rusos; entonces, se habrá roto por el lado yanqui, el equilibrio militar (sobre la base de similar poderío nuclear de ambas) que hay entre ellos y Rusia; y los imperialistas yanquis tendrían la capacidad de  atacar el suelo ruso y todo lo demás.

Ese es el plan del imperialismo yanqui, que viene desde la época de Carter y que, con Reagan, se conoció como la “guerra de las estrellas”. Hoy, aparece como reducido al “sistema de defensa anti-misiles europeo con radares de detección y eliminación de misiles”, por ser establecido en “Polonia y la República Checa para “proteger a Europa de un posible ataque de Irán o Corea del Norte”, que está entrabado, porque hay oposición cerrada de Rusia.

Pero no olvidar que, para tener una comprensión clara de la situación en su conjunto y de las negociaciones y acuerdos  diplomáticos, por otro lado, ha sido ampliada la capacidad ofensiva conjunta atómica -yanqui y francesa- ya que se ha ubicado con submarinos nucleares y otros aprestos bélicos más en el Golfo Pérsico y zonas adyacentes del Mar Mediterráneo; con lo cual, están haciendo un rodeo para superar los países intermedios que los separan de Rusia. Por la cercanía alcanzada con su desplazamiento se encuentra en posición cercana y directa para amenazar el suelo ruso, su capacidad defensiva y ofensiva. Pero no es suficientes, mientras por ese lado, sigan existiendo países que los separan, que están en disputa, como Irán y Siria.

Entonces, lo que ambas superpotencias buscan, en el momento, es ganar tiempo para empujar más el desarrollo de las contradicciones en el campo contrario como sucede en la actual “crisis en Ucrania”, en la zona estratégica de influencia rusa, o en las fuerzas subversivas mercenarias de la OTAN en Siria (fuerzas de “oposición”), que se complica, o países imperialistas al interior de  esta Alianza, en los propios Estados Unidos, y para mejorar sus aprestos ofensivos o defensivos.

Sobre las alianzas o alineamientos de los imperialista, tener siempre presente, que tales “alianzas” son siempre circunstanciales y pasajeras, que no hay “bloques imperialistas”, que la contradicción entre ellos es absoluta, los imperialistas están enfrentados uno contra otros por sus intereses. Los imperialistas yanquis no tienen amigos sólo tienen  enemigos, como toda potencia hegemónica en la historia; en esto ver también como se hunden los grandes imperios.

Por ejemplo, en la guerra contra Afganistán o la segunda de Irak (2003) , el imperialismo inglés actuó como el más cercano aliado yanqui, esto no fue por que ambos tengan una cultura anglo sajona. No, ese no fue el fundamento, sino como lo confiesa el mismo Primer Ministro británico de ese momento, el genocida Blair: conscientes dice de que no son más la otrora superpotencia, fue para “asegurar a Gran Bretaña una fuerte posición (…) Esa cercanía nos aseguró (…) una influencia significativa(…) fue correcto. Eso valió en el Cercano Oriente. Y eso valió en mayor medida en China e India”. Hoy (2014), es Francia con Holande, quien prosiguiendo los planes de Sarkosy busca, a la sombra de la superpotencia hegemónica única, se le reconozca su dominio del Mediterráneo, en el eje que va en línea recta desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico, disque que para asegurar a Europa el suministro de petróleo, ver el Libro Blanco de la Defensa de Francia 2009-2014.

Para ellos, no hay principios de la “verdadera amistad”, por el contrario, como nos enseña el presidente Mao, la pugna, la rebatiña imperialista por llevarse la mayor tajada de la torta es absoluta y la colusión de unos con otros es relativa, lo que determina el carácter circunstancial y pasajero de las alianzas imperialistas. Como dijo Marx, ¡Hay del proletariado si la burguesía se pudiera unir!

Los imperialistas violan cuando quieren sus propios acuerdos, su propio derecho internacional, el principio de no agresión. La ley es para que la cumplan los otros, la potencia hegemónica única la usa. Lo que buscan legitimar oponiendo un supuesto principio  o doctrina del “derecho de intervenir”, como lo emplearon en 1999 en su agresión contra Servia para el cambio de régimen político en ese país y la secesión del Kosovo como protectorado imperialista, con el estacionamiento de 50 mil soldados de la OTAN y la limpieza étnica de servios y gitanos, y también lo hicieron así en Sierra Leona.

Repetimos, por que es necesario hacerlo, cuando los imperialistas, solos o coaligados van contra un país oprimido, o contra varios de estos países del  Tercer Mundo, en ese momento no sólo se expresa la contradicción principal, sino también la tercera contradicción, la contradicción ínter imperialista como nos enseño el Presidente  Mao en la  “crisis del Canal de Suez”  a mediados de los años 50.

Por eso, no podemos permitir que nos echen tierra a los ojos. La paz, la armonía, entre los imperialistas son viejas teorías vueltas a contar, como la del superimperialismo, ultra imperialismo, neo imperialismo-neocolonialismo, etc., que según las caracterizó Lenin, son “un sin sentido teórico y un sofisma práctico, que constituyen un método deshonroso, para defender el peor de los oportunismos”. Viejas teorías que, hoy específicamente, apuntan contra la revolución democrática, contra el movimiento de liberación nacional.

Como acabamos de decir, para el marxismo-leninismo-maoísmo no hay un solo  imperialismo sino diferentes países imperialistas, esto es, potencias y superpotencias imperialistas, que se dividen el mundo según sus relaciones de fuerza, económica y por lo tanto militar, relación de fuerza que está cambiando a cada momento. Así, hoy hay una superpotencia hegemónica, que es EE.UU.; la otra, es “el perro flaco”, Rusia, y potencias imperialistas como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, China, Holanda, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Italia, España, etc., que en total son sólo un puñado de países opresores.

Sobre esto, es ilustrativo  a modo de ejemplo como un representante del pensamiento del imperialismo alemán, como es el profesor de “ciencias políticas”, Martin Wagner , saca las consecuencias políticas y militares para Alemania de las actuales relaciones de fuerzas entre los imperialistas; en relación al caso del “Affere-NSA”, revelado por el ex-espía Snowden. Este profesor reaccionario contradiciendo a un encallecido revisionista, concluye que pretender “como lo había planteado el Líder de la futura oposición Gregor Gysi (del Partido de la Izquierda)” de “que el gobierno federal trate con los Estado Unidos “al mismo nivel” es vivir en un mundo de fantasía en cuanto a la política de seguridad”, entre otros, porque:

“Desde el hundimiento de la Unión Soviética en 1991 los Estados Unidos pertenecen a una liga, en la cual no hay ningún potente contrincante ni  en lo económico ni tampoco en lo militar. Su parte en el producto bruto interno mundial es del 22 por ciento y con ello todavía significativamente antes de China, que con el 12 por ciento toma el segundo lugar. Visto desde el punto de vista militar, el dominio es todavía mayor: el 2012, el importe de los gastos militares americanos fueron de 646 mil millones de dólar. Esto representa el 41 por ciento de los gastos militares mundiales o el 78 por ciento de los que los estados de Europa, Eurasia, del Cercano y Mediano Oriente, del Norte de África como de Asia en conjunto disponen para la Defensa. Para comparar: el presupuesto alemán para la Defensa fue en 2012 de 40 mil millones de dólares.
La supremacía americana, que fue construida y ampliada desde la Segunda Guerra Mundial, naturalmente que tiene consecuencias para la política exterior y de seguridad (…) En todas las “Estrategias de Seguridad Nacional” de los presidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama (hoy Joe Biden), dadas a conocer, se establece, que los Estados Unidos se dan el derecho,  de perseguir sus intereses vitales, en caso necesario,  en forma unilateral. En la última Estrategia de Seguridad Nacional, que la Casa Blanca ha presentado en mayo de 2010, sobre ello, literalmente dice: “Los Estados Unidos deben reservarse el derecho, de actuar unilateralmente, si la defensa de nuestra nación y nuestros intereses lo exigen”. 

Es indudable que este profesor alemán levanta tanto el “poderío” yanqui, porque es representante de la facción imperialista alemana, que en la actual situación mundial prefiere avanzar  en alianza con los EE.UU., estos son los llamados “atlantistas”. Parece ignorar el poderío atómico equiparable de Rusia y que hay otras potencias que también tienen capacidad nuclear y balística como Inglaterra, Francia (con submarinos atómicos con cohetes con ojivas nucleares) y China. El revisionista Gysi, no “vive en una fantasía” como plantea el profesor alemán “atlantista”; al menos, no es tan fantasioso como los de la LOD revisionista y capitulacionista en el Perú, que plantean que el imperialismo yanqui ha dejado de ser la superpotencia hegemónica única. Lo que este revisionista sugiere al menos, pero no lo dice, al  gobierno de su Estado imperialista, criticando a la ex canciller Merckel, es que al menos utilice la contradicción de la superpotencia atómica rusa, “el perro flaco”, con la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui, para que pueda plantar cara al gobierno yanqui en el asunto del espionaje masivo de la NSA contra ellos. Así, en el debate parlamentario,  este revisionista del Partido de la Izquierda (ex-PDS, que fue el sucesor del SED revisionista de la RDA), muestra que buscar representar a sus patrones de la otra facción imperialista alemana, la que es partidaria de un acercamiento o utilización de la contradicción entre el imperialismo ruso y el imperialismo yanqui, para avanzar en la actual situación, en los propósitos del imperialismo alemán de convertirse en el futuro en una nueva superpotencia y pugnar por la hegemonía mundial, estos son conocidos como los de la “Ostpolitik”, o sea de acercamiento o tratativas con Rusia, antes fueron partidarios del acercamiento a la ex Unión Soviética y sus representante más conocido fue Willi Brant (ex-canciller y cabeza del SPD) y su asesor Bahr, otro que se alinea en esta dirección es el ex canciller Schmidt, quien ha recordado hace un par de años que en la época de Prusia, los alemanes fueron aliados de Rusia. Sin olvidar que el también excanciller Schröder trabaja para el monopolio ruso Gasprom.

EL IMPERIALISMO YANQUI  ES UN GIGANTE CON PIES DE BARRO

Al imperialismo yanqui, más que a los otros imperialistas, su propia condición hegemónica lo hunde más. Por su propia naturaleza imperialista y para mantener su hegemonía, lo específico en su caso,  está obligado a llevar varias guerras al mismo tiempo, además de estar presente militarmente en todos los continentes del mundo.
Es un  inmenso costo, aunado al sostenimiento de su inmensa maquinaria militar y de espionaje en estado de guerra; están los costos por los gastos ya hechos en las guerras de agresión y los emergentes, por la “ayuda a los veteranos” y los intereses de los créditos de guerra; sin contar el costo social que le ocasionan en su propio suelo el desprecio a la vida y la dignidad de las masas de poblaciones indefensas ante el genocidio que, como parte del plan imperialista de sojuzgarlas, aplican contra ellas en los países que sufren su agresión.
Como va a ser que no tenga ninguna repercusión en la población de ese y los demás países imperialistas, lo que ya es parte de la cultura dominante, de la moral de los gobernantes, según la cual es justo que el presidente, en este caso el genocida Obama, ordene pulsar un botón para que sus “droner” disparen fuego y acero masivo contra “objetivos” en medio de lugares densamente poblados; luego en los medios son ensalzados estos genocidios, como “gran éxito en la lucha contra el terror”. Después, en las imágenes que propalan aparece un escenario apocalíptico de destrucción y cadáveres destrozados, que luego se sabe pertenecen a niños, ancianos y población civil, como lo hacen a diario.
Esto hacen no sólo en los países contra los cuales les han declarado la guerra y a cuyas Fuerzas Armadas se les niega tal condición y el derecho de guerra, sino que lo hacen también contra países en los cuales llevan una guerra no declarada o secreta como en Yemen, Pakistán, etc. Y lo hacen con plena impunidad, contra ellos no hay ni leyes, ni jueces, ni tribunales nacionales o internacionales que valgan. Por eso nos reafirmamos en que: ¡sólo el pueblo con guerra popular hace justicia!
Y, esta guerra imperialista, necesariamente tiene que regresar a casa, siguiendo el ejemplo del imperialismo genocida, con esa misma lógica,  se producen en casa los asesinatos en masa contra escolares y otros indefensos cometidos por individuos para dar rienda suelta a su frustración.
Pero, lo que es principal, el movimiento contra la guerra imperialista irá en aumento y sumado a la mayor explotación de la clase y a la miseria creciente de las masas en el propio país, todo esto, acicateará de todas manera la agudización de la lucha de clases en los Estados Unidos, como también está sucediendo en todos los países imperialistas, es decir, causando una mayor  agudización de la segunda contradicción, la contradicción burguesía proletariado.
En un largo artículo de un diario ligado al capital financiero alemán leemos: “El impulso keynesiano dado por las guerras a su economía, sobre todo a los grandes monopolios del armamento, de las compañías de seguridad, de la logística de sus tropas y del petróleo, por otro lado, aumentan su endeudamiento interno y externo”.
Los costos para el imperialismo yanqui, según esta fuente, “por la guerra de Afganistán serían U.S.$ 3.103 billones hasta ahora y en el futuro habrá que sumar U.S.$ 3.987 billones; por la segunda guerra de Irak son U.S.$ 3 billones hasta ahora a lo que hay que sumar por intereses acumulados de  los créditos de guerra U.S.$ 7 billones hasta el 2053. Son cifras casi impensables que pesan sobre las finanzas públicas y toda la economía nacional de USA ”. 

 Allí mismo se lee:
 “Finalmente Washington ha tenido un fracaso moral, de haber llevado a cabo una guerra sin ningún fundamento y con sus falsas promesas de libertad ha causado males incalculables, más pesados que los costos (económicos), que también son mucho más altos que lo calculables. El  prestigio de América (USA) está malogrado. De ahí que se le haga tan difícil a Obama, obtener respaldo para un ataque militar contra Siria, el cual debería castigar el ataque con gases venenosos de Damasco: Obama está bajo la larga y oscura sombra de su antecesor”.
Más aún, en este diario escriben respecto a la guerra contra Siria:
“La retenida ofensiva de Obama contra el dictador de Damasco tiene muchos fundamentos (…) Sobre uno de los más importantes casi no se habla: el dinero –o mejor el dinero escaso. América (USA) está altamente endeudada. El limite legal de endeudamiento de 16,7 billones de dólar será alcanzado a mediados de octubre. El país se está recuperando lentamente de una recesión…”

El imperialismo yanqui es el mayor exportador de capitales a nivel mundial, lo que se expresa en desbalances en su economía. El imperialismo yanqui,  es un gigante con pies de barro, con una inmensa deuda externa, de los hogares y empresas y gran déficit comercial. Es pues, el más monopolista, el más parasitario y el que atraviesa por una mayor descomposición que los demás países imperialistas, que también están comprendidos en el mismo proceso de hundimiento-barrimiento.
Tanto en los países imperialistas como en los países oprimidos se fomenta el rentísmo, una forma muy difundida es la inversión en bonos de la deuda que emiten los estados y es el gran negocio de los bancos, de la gran burguesía financiera, de esta manera se promueve la inversión del ahorro privado en la especulación financiera antes que en la producción.  Así, los propios estados, las empresas y los particulares compiten por la compra de deuda estatal. La especulación con los bonos de la deuda, es más patético en el caso yanqui; porque con ellos financia sus guerras de agresión, el gasto militar, inyectando esos capitales en desarrollar más su industria bélica, para trata de impulsar su economía; otra señal de su hundimiento es: que libra sus guerras de agresión, cada vez más, con soldados inmigrantes de los países oprimidos y señores de la guerra de los países ocupados (son dos signos que la historia ha visto en el hundimiento de los imperios, como el romano y el español).

¿CÓMO SE EXPRESA  HOY  LA DISPUTA IMPERIALISTA POR EL TERRITORIO ECONÓMICO EN EL PLANO POLÍTICO Y MILITAR?

-     EL PLAN DEL IMPERIALISMO BUSCA LEGITIMAR SU AGRESIÓN TRAS  SU “OBLIGACIÓN DE PROTEGER”

Entonces, ¿qué se ve? Una superpotencia hegemónica única, los Estados Unidos, que como tal dirige, en colusión y pugna, el nuevo reparto de los países oprimidos, tratando de legitimar su agresión contra estos países, primero, con su “guerra contra el terrorismo” y/o con la “obligación de proteger”, es decir antes como ahora con la defensa de sus “derechos humanos”. Para crear opinión pública nacional e internacional a favor de su guerra imperialista de agresión y en contra de la guerra de resistencia de los países que padecen su agresión y ocupación militar y aislar a las luchas armadas de liberación nacional como “terrorismo fundamentalista”. Es decir para dividir el movimiento anti-guerra imperialista en su propio país y para aplastar sin reconocer la condición de fuerza beligerante a los revolucionarios.

¿Qué más se ve? Un puñado de potencias imperialistas que se coluden en esta guerra de rapiña y que pugnan con la superpotencia yanqui  y entre sí por arrancharse la parte mayor en este nuevo reparto, esto se expresa en los acuerdo y desacuerdos que expresan los gobiernos y parlamentos de estas potencias, con  inclusos diversas formas de oposición, etc.
Entonces, ¿en qué esta el imperialismo yanqui? Está por desarrollar a sangre y fuego su guerra de agresión con un objetivo inmediato (Siria), otro a mediano plazo (Irán) y un objetivo estratégico (Rusia). Ese es el plan del imperialismo, lo cual trata de legitimar, de encubrir o emboscarlo para asegurar su cumplimiento.
El control sobre Siria e Irán tienen gran importancia estratégica para el imperialismo yanqui, no sólo por su situación estratégica con respecto a su objetivo estratégico principal ( Rusia); sino también en la contienda ínter imperialista, para asegurar “por siempre jamás” su condición de superpotencia hegemónica única; al acceder al control estratégico de una de las regiones claves del mundo para la obtención de petróleo para casi todos los demás países imperialistas. Así, tendrían en sus manos el control a voluntad de la llave de la provisión de petróleo a los demás. Y, este segundo aspecto, es por eso el que se presenta como el más problemático para que los yanquis puedan alinear a los demás en su plan contra Rusia. El acuerdo transitorio firmado en los últimos días en Ginebra entre “los cinco más uno e Irán”, no alejan a los imperialistas de sus metas, más bien les ponen plazo para que Irán se someta a sus exigencias. Son los acuerdos en el camino de someterse a la subyugación nacional o la guerra.


El plan del imperialismo no es la búsqueda de acuerdos o consensos, muy por el contrario (basado en su fuerza militar y el despliegue de estas en posición de combate), antes del golpe bélico buscan aislar nacional e internacionalmente al agredido, paralizar por medio de su propaganda y acción diplomática la defensa del agredido, lo acusa de todo para desprestigiarlo, para pintarlo como bandido y después tratarlo como tal;  para paralizar su capacidad material (desarme), dividir sus fuerzas (el frente nacional) y desmoralizarlo. Para impulsar las fuerzas partidarias de la subyugación nacional y la capitulación ante el imperialismo. Entonces el plan del imperialismo no son “los acuerdos de paz”; eso, no sólo es una estupidez, sino la repetición de lo que dijo la LOD en el Perú, que la “paz era una necesidad del imperialismo” (ver  las “cartas…” de la patraña). Por eso, lo que hace el agente de la reacción que ha usurpado la web “SR”, es sembrar confusión, servir a la guerra imperialista y tratar de desviar a los comunistas en el cumplimiento de la tarea de la reorganización general del Partido.

Eso es lo que estamos viendo en la actual intervención imperialista contra Siria y en la preparación del mayor genocidio con ataque militar directo en marcha contra este país. Los imperialistas tratan por todos los medios, incluidos los diplomáticos, de cambiar la correlación de fuerzas militar sobre el terreno a favor de las fuerzas de la agresión militar que dirigen con oficiales propios, comandos, asesores, armamento, paga de las fuerzas armadas “opositoras” que han levantado, para negociar en base a lo ganado en el campo de batalla el nuevo estatuto de ese país y el “gobierno de transición” a su servicio, como lo devela la propia intervención del ministro de Exteriores Kerry en el senado yanqui.
Kerry dijo, que si ellos no atacan entonces se beneficiaran las fuerzas islamistas que forman parte de estas “fuerzas armadas opositoras”  y dirigidas por ellos. Parece sin sentido ¿no? Pero tiene sentido, si se ve que con la actual conformación de fuerzas armadas “opositoras” no van a poder ganar y menos  mantenerlas muy disciplinadas para sus planes de una “nueva Serbia” en Siria. Tratan de sacar lección de lo que sucede en Libia.
 Pero el imperialismo yanqui no atacó y se beneficiaron con el acuerdo, pues con la amenaza del ataque inminente, creíble, lograron el acuerdo de desarme parcial del gobierno sirio de Asad, al que fue llevado por su valedor (Rusia). Con el acuerdo, los imperialistas yanquis, ganaron en “legitimidad” y el tiempo necesario para recomponer su frente interno y externo (ambos en problemas como hemos visto en las fuentes periodísticas citadas anteriormente en la parte 3.). Y, lo más importante, de acuerdo al propio Kerry, tiempo necesario para abordar el asunto de sus “fuerzas opositoras”. El tiempo que necesitan para reorganizar esas fuerzas mercenarias lacayas (“opositora”), centralizando el mando político y militar de las mismas bajo su férreo comando para luego golpear .
Golpear de tal forma, que permita a estas “fuerzas opositoras” tomar la iniciativa e imponer su  salida “negociada” para dividir el país en zonas de influencia (siguiendo su “modelo yugoslavo”). Para, en el paso siguiente, engullirse a Irán. Eso es lo que está tras el “acuerdo de destrucción de armas químicas” de Siria. Entonces el papel de Rusia es haber empujado más al gobierno de Asad a la capitulación y con ello legitimar la agresión, reconociendo que el monopolio de la posesión y uso de las armas de destrucción masiva” (ABC Armas) les corresponde a los imperialistas. Tal como en el caso de Irán. Los imperialistas rusos a cambio quieren seguridades para ellos, dicen si ya no hay peligro en Siria y en Irán, entonces ya no es necesario el “paraguas nuclear europeo”, los yanquis dicen: ¡No! Ya no tendrían la capacidad de fabricar armas atómicas, pero todavía están en posesión de cohetes balísticos de largo alcance. Todo esto revela lo que está detrás.  Pese a las componendas la cosa sigue.
Los imperialistas no quieren una Siria unida en esa zona estratégica y  en las fronteras de su protectorado, el Estado sionista de Israel.  Pese a todo el imperialismo yanqui y sus aliados están perdiendo en Siria esta “guerra civil”. Lo develó la propia resolución del senado norteamericano que autorizó, antes del acuerdo de desarme parcial,  cuando acuerda dar un plazo de 60 días a Obama para la “acción militar contra Siria” y  fija el objetivo político de la mayor  agresión y genocidio: “cambiar las relaciones de fuerza en beneficio de la oposición” (según informaron los diferentes medios en el mundo el día 6 de setiembre ). No es pues por el uso del “gas sarín” u otro por parte del régimen contra la población civil, eso no les importa para nada.

El nuevo reparto se hace de acuerdo a la relación de fuerzas entre los imperialistas

Pero el nuevo reparto se hace de acuerdo a la relación de fuerzas económica, política y militar entre los imperialistas, es decir de acuerdo a la correlación de fuerzas entre ellos. Por eso, antes y después, la situación será de tensión entre ellos, “el Primer Mundo está en redefinición” (P. Gonzalo en el Tercer Pleno).  Las potencias imperialistas bregan por convertirse en nuevas superpotencias y así poder pugnar por la hegemonía mundial para poder ocupar el lugar que hoy ostenta el imperialismo yanqui e imponer a través de una nueva guerra mundial (que sería la tercera) un nuevo orden mundial y un nuevo reparto.
Pero, lo que se desarrolla ahora, viene desde comienzos de los años 90. Están en nuevo reparto de los países oprimidos, que estuvieron sometidos a la ex Unión Soviética social imperialista, que se hundió sin que haya sido derrotada en una tercera guerra mundial. Todos los acontecimientos de alguna importancia, desde comienzos de los 90, hasta el que está en marcha en Siria, bélicos y no bélicos, acaecidos  en el Este de Europa hasta las ex repúblicas soviéticas de Asia y en el Medio Oriente, Golfo Pérsico y Afganistán, lo demuestran hasta la saciedad.

 ¿Quién dirige éste nuevo reparto? El imperialismo yanqui, en su condición de superpotencia hegemónica única

Hoy es Siria donde todavía, la superpotencia atómica Rusia, mantiene su influencia, luego seguirá Irán, que es cuestión clave en todo esto, pues el imperialismo yanqui quiere recuperar lo que perdió en 1979. Sin perder de vista que el objetivo estratégico del imperialismo yanqui en esta colusión y pugna imperialista es neutralizar y luego aplastar esa condición de superpotencia atómica que todavía ostenta el imperialismo ruso.
¡No! Todavía no es la China social imperialista por su todavía baja capacidad ofensiva en relación a las demás potencias imperialistas. Que en los últimos años, fuera de sus anillos de defensa territorial sólo ha sido capaz de desplegar fuerzas militares para llevar a cabo una “acción policial anti-piratería” en Somalia.  Con China todavía aplican la contención y prima la colusión, pero la pugna es absoluta, como entre los demás imperialistas. En la región del Golfo, China no tienen desplegada ninguna fuerza militar y sus empresas en Irak, por ejemplo,  están bajo la protección militar del imperialismo yanqui, así como su  aseguramiento del suministro energético de esta región.
Lo último, los revisionistas chinos actuando, como Krushov en la crisis de los misiles en Cuba (1961), aventurera y capituladoramente,  establecieron una nueva zona de seguridad aérea que se sobreponía con las de Japón, Taiwán y Corea, luego los imperialistas yanquis enviaros dos aviones de combate que se pasearon en la zona establecida por China, lo mismo hicieron los imperialistas japoneses sin pedirles ningún permiso. Cuando los del Ministerio de Defensa de China, para salvar la cara, dijeron que ellos habían acompañado a dichos aviones de combate, los imperialistas japoneses dijeron que China no tiene aviones de combate capaz de acercarse a los suyos. Ver que en el Sudeste de Asia la India es usada para contener la penetración china en Nepal y los demás países limítrofes  por ese lado.
 En lo económico Rusia todavía no se ha recuperado, como afirman algunos, ahora en 2013, en plena recesión mundial afrontan agudos problemas que se reflejan en devaluación del rublo en comparación con el Dólar, el Euro y el Yen japonés y un aumento de la inflación y la baja de los precios de las materias primas en el mercado mundial. No se recupera desde que a comienzos de los años 70 se profundizó la crisis económica de la ex Unión Soviética, en que su economía cayó más abajo que la del imperialismo italiano, la cuarta economía de Europa occidental. Hoy ocupa el 11vo lugar a nivel mundial y su PBI supera apenas el de Italia. Rusia además de ser el segundo país exportador de armas, después de los Estados Unidos, exporta ante todo gas, petróleo y metales y es importador de maquinarias, transporte pesado, productos químicos y electrónicos y productos electro-técnicos. Es exportador de capital. Además es necesario sopesar los siguientes hechos:

“Tiene una reserva de 500 mil millones de dólares y una necesidad de recuperación en todos los terrenos de las inversiones cercana a esa suma, lo que lo conduce a una extrema necesidad de capitales y a un fuerte desarrollo inflacionario. Naturalmente, Rusia se esfuerza después de la caída de los precios de petróleo y gas, en obtener un mejor margen en ese sector, para así poder comprar la tecnología y mercadotecnia occidental. Por eso, es bastante dependiente del desarrollo de sus propia base de materia prima (…) La difícil situación financiera de Rusia es especialmente  clara en el sector Defensa, si bien todos los otros sectores se encuentras en similar situación (en 2009, nota nuestra) (…) La situación objetiva en el sector militar de la Federación no dan base para demostración de Poder mundial y señales amenazantes. El presupuesto militar fue en 2007 de 35 mil millones de USA-Dólar, el presupuesto militar de los EE.UU. es de alrededor de 547 mil millones de USA-Dólar y de Alemania de alrededor 37 mil millones de USA-Dólar (…) La necesidad de armas de las Fuerzas Armadas rusas es extremamente alta, después de largos años de baja financiación. De las consecuencias de la actual crisis económica ha sido golpeada, sobre todo, la Fuerza Aérea. El inventario de aviones entre 2002 y 2010 va a bajar de 5100 a 2000. Todos los MiG 29 deben ser sacados del tráfico. 70% de todos los campos de aterrizaje necesitan de una urgente reparación general. Un comandante de regimiento gana menos de 600 Euros (mucho menos de lo que gana en Perú un general con ese mando de tropa, nota nuestra). El más grande problema para la mantención de la oficialidad es el problema de la vivienda. Para 122,000 oficiales les falta todavía la vivienda, pese a que el gobierno federal alemán para el retiro del Ejército Soviético de la ex RDA les facilitó un programa de ayuda de mil millones de Euros. La corrupción –un problema general del país- es también un mal del ejército. En 2008 quedaron consentidas para cumplirse sentencias penales contra 290 oficiales y ocho generales. No hay dinero para equipamiento con uniformes simples, y el 40% de los edificios de las Fuerzas Armadas necesitan renovación urgente. Viendo los problemas financieros, no es posible pensar en una completa reforma militar que es de urgente necesidad. Los anuncios del aumento de fuerza bélica que de tiempo en tiempo provienen de Moscú no se pueden tomar literalmente(…) El número de reclutas disponible no es suficiente para cubrir las plazas de soldados vacantes (…) La federación Rusa es junto con los EE.UU.  la mayor potencia nuclear del mundo. Esa posición no cambia  tampoco, pese a que su potencia económica es como Alemania, Francia o Inglaterra” (6).  La cita es un poco larga, pero en muchos casos preferimos hacerlo con sacrificio de la agilidad de exposición, pues es uno de los propósitos del presente trabajo el combatir la desinformación y falseamiento de los hechos que presentan los imperialistas, reaccionarios y revisionistas, de los que se sirve el derechismo para tratar de desenrumbarnos.


El imperialismo yanqui superpotencia hegemónica única y enemigo principal de los pueblo del mundo


LA BASE ECONÓMICA DE LA CONTIENDA IMPERIALISTA

Hay que ver cómo va esta contienda, partiendo de la base económica, como lo haremos en las páginas siguientes. Sin perder de vista que el primer mundo está en redefinición; que se expresa en como se va produciendo el hundimiento de la superpotencia hegemónica única, imperialismo yanqui, en un largo proceso con florescencias pasajeras y recaídas pero seguro; como la superpotencia atómica rusa busca recuperarse a largo plazo; como otras potencias imperialistas del segundo mundo le pisan talones, dentro del proceso de hundimiento-barrimiento en que se encuentra el imperialismo por la revolución mundial cuya base son los países del Tercer Mundo.
Nosotros, tal como nos enseña el Presidente Gonzalo, somos partidarios de la teoría del Presidente Mao de “tres mudos se delinean” para establecer la estrategia y la táctica de la revolución mundial y, por tanto, somos contrarios a la teoría revisionista de Teng de los “Tres Mundos”, que no es otra cosa que ponerse a la cola de una de las dos superpotencias.
 Hay que ver, qué consecuencias ha tenido la crisis mundial de 2008, y la actual recaída, para la hegemonía del imperialismo yanqui y las pretensiones de sus rivales; como hay que tener en cuenta, lo ya tratado, sobre como se desenvuelve el capitalismo burocrático que impulsa el imperialismo en los países oprimidos coloniales y semicoloniales, de acuerdo a las condiciones económico-sociales allí reinantes. Todo dentro del actual proceso de mayor maduración de las condiciones objetivas para la revolución mundial.

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